Caminar es el deporte que más
interiorizado tenemos los seres humanos, pues para nosotros ponerlo en práctica
es tan fácil y natural como respirar. No requiere ningún tipo de habilidad
especial ni entrenamiento específico y puede hacerse en cualquier época y
lugar.
Según un estudio realizado durante
ocho años por el Centro Nacional de Prevención de Enfermedades Crónicas de
Atlanta (EU), las personas que caminan dos horas a la semana
presentan una reducción del 39% en la tasa de mortalidad por cualquier causa y
34% por enfermedad cardiovascular.
Estos algunos de los beneficios de
caminar:
Consumirás calorías.
El constante movimiento durante la
caminata implica sudar y, por tanto, ayuda a consumir calorías extras. Ese
gasto calórico suplementario se traduce en la pérdida de kilos de más.
Mejorará tu tono muscular.
Al trabajar la musculatura, ésta
se refuerza y luce más definida, lo que mejora el aspecto general de la
silueta.
Disminuirá tu grasa corporal.
Y es que los músculos utilizan
para trabajar la grasa acumulada, son algo así como el horno en el que la misma
se quema.
También desciende el colesterol y
presión sanguínea, lo que reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Fortalecerá tu corazón.
A
los beneficios de la disminución del colesterol se suma que el sistema
cardiovascular en sí se ve fortalecido. Lo notarás porque te cansarás menos
ante cualquier esfuerzo.
Es un deporte sencillo y cómodo
de practicar.
Cualquier lugar y hora son buenos. Además, es el que menos
riesgo de sobrecarga implica.
Puede practicarse a cualquier edad, a solas o en compañía.
Siempre
resulta beneficioso para el organismo y si se practica en compañía contribuye a
crear o afianzar vínculos sociales.
Es muy barato.
Para caminar
no hace falta tener un equipo deportivo específico, sólo un calzado que sea
cómodo y un equipo mínimo de deporte, de un tejido que transpire.
Reduce es estrés y aumenta la energía vital.
Caminar aplaca la ansiedad
que nos provocan los quehaceres diarios y nos hace sentir mucho más optimistas
ante la vida. Es un gran antídoto contra los bajones anímicos.
Una vez que conviertas las
caminatas en un hábito más, notarás cómo todas tus articulaciones y tu
columna vertebral ganan elasticidad.
El contacto con el aire libre.
además
de oxigenarte, beneficia los huesos, ya que durante la caminata recibes la
incidencia de los rayos solares sobre tu piel (con debida protección), la
vitamina D que necesitas, la tendrás asegurada.
Para que caminar
beneficie a tu organismo, hazlo 3 veces por semana durante al menos 20 o 30
minutos.
Fuente:BlogModa